Este fin de semana, mi promoción y yo tuvimos el famoso
retiro de confirmación del cual todos nos hablaban pero no con detalles, solo
nos afirmaban que era perfectamente hermoso, pero queríamos vivirlo nosotros
mismos.
No contaré exactamente las actividades que realizamos o lo
que pasó con cada uno de nosotros; ya que al final de todo comprendimos que son
tan hermosos esos momentos que no nos gustaría arruinárselo a las próximas
personas que lo vayan a vivir para que de esta manera puedan sentir más lo que
significa y sea para ellos algo que no se esperaban, como lo fue en el caso de
mis amigos y yo. Pero si daré una perspectiva de la preciosa experiencia que
todos pudimos vivir en menos de tres días para que de esta maneras las personas
que no están seguras de lo que es la confirmación sepan que en menos de tres
días tu vida entera puede cambiar.
El viernes en la tarde llegamos algo cansados después del
concurso interno de matemática que se realizó. Empezamos a hacer actividades
muy hermosas hasta que llegó la noche y ya era hora de descansar. El sábado es
el día central, el día en el que todos nos dimos cuenta que debíamos cambiar
para bien y arrepentirnos de todo lo malo que hayamos hecho. Aprendimos a estar
más cerca de Dios y que él nunca nos va a abandonar, solo tenemos que buscarlo
y saber que: "Dios es amor".
El domingo culminó todos esos momentos preciosos que vivimos con una misa que significó muchísimo para nosotros. No sólo nos ayudó a acercarnos más a Dios sino a todas las demás personas, que son nuestros amigos, hermanos, padres y todos; porque Dios habita en los corazones de todas las personas.
Quiero terminar dándole las gracias al Padre Christian en nombre de toda mi promoción por habernos regalado un hermoso retiro que nos permitió ser nuevas personas de bien.
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