lunes, 21 de julio de 2014

Lo que le espera a Alemania

Lo que hoy en día pasa por la mente de los alemanes es el porvenir de su selección. Selección que acaba de dejar su capitán, Philipp Lahm, a la que pronto dejará, de la misma forma, Miroslav Klose, pero a la que se suman muchas promesas, no sólo del fútbol alemán, sino también del fútbol mundial.


Ya pasó un tiempo de aquella final del Mundial jugada en el Maracaná contra Argentina, final que será recordada por todos, con un sabor amargo para los argentinos y con un sabor dulcísimo para los germanos. Los debates se cerraron sobre Brasil 2014, pero otros se abren. Por ejemplo: “¿qué se le viene a Alemania?” Este grupo no es eterno y sería vehemente esperar eso aunque está claro que la camada de futbolistas teutones que se coronaron campeones mundiales estará dentro de las generaciones doradas que forman parte de la historia del fútbol alemán. Tal vez la experiencia, por ganar más de un mundial, hará que el proceso de renovación sea menos dramático e igual de prometedor que todos los cambios generacionales.
Algunos de los jugadores de la actual selección dirigida por Joachim Löw ya no veremos en Rusia 2018 y, si bien el 85 o 90% del plantel, que tocó el cielo en Brasil este año, seguirá vigente hasta el mundial tendrá a Qatar como organizador, en el 2022 no se presentará más de la mitad de este equipo.
Ahora, muchos se preguntan: “¿por qué habla de un cambio en Alemania cuando acaba de ganar un campeonato del mundo? ¿No se debe repetir la fórmula? Vamos a ser directos: el promedio de edad del once titular que saltó al campo contra Argentina fue de 27 años, mientras que para los sudamericanos fue de 28. ¿Qué significa que el promedio de edad del once titular de un equipo sea de 27 años? Pues significa que se necesita un cambio, no radical, no en todas las posiciones, pero por ahora, ya se deben buscar dos laterales (uno para cada banda), un central y un 9 puro porque Müller no va a estar alternando la banda derecha con el centro del ataque aunque esté presente en casi todo el campo mientras la posesión del balón es para los de Löw.
El tema de las vacas sagradas es algo muy discutido. Llevar a algunos (o a varios) jugadores a los siguientes mundiales sabiendo que no tienen el nivel de años anteriores pero por el hecho de haber sido responsables de un título conseguido hace un puñado de años es el peor error que se puede cometer. Lahm lo sabía y por eso se retiró, Klose lo sabe, pero ya todos sabemos por qué asistió a este mundial. Dentro de pronto anunciará que deja la selección. Schweinsteiger será el tercero y así, poco a poco, se irá formando una lista con los nombres de los jugadores campeones en Brasil que deciden dar un paso al costado. 

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