Alumnos de IV de
secundaria, V SEP y 5 profesores realizan viaje misionero al pueblo de Laraos,
el cual fue increíblemente satisfactorio y reconfortante.
Viaje a
Laraos fue todo un éxito, alumnos llegaron felices por la ayuda brindada en
esta agradable experiencia.
El día lunes 22 de julio del 2013 un
grupo de 43 personas, conformado por alumnos de Confirmación de IV de
secundaria y V SEP con sus respectivas
hermanas alemanas (38) acompañados por 5 profesores, hicieron un viaje
misionero al pueblo de Laraos que se encuentra a 3660 msnm en el departamento
de Lima, provincia de Huarochirí.
Siendo parte de esta misión me
gustaría detallarles lo ocurrido: partimos en dos buses a las 10:15 de la
mañana del día lunes y llegamos a las 2:40 pm aproximadamente del mismo día. Al
llegar se coordinó los horarios de labores y descanso en el Centro Cívico,
nuestro lugar de acogida, luego se hizo un recorrido por el centro del pueblo
que es muy pequeño y rústico, da la sensación de haber llegado a un pueblo
detenido en el tiempo, donde el principal transporte de los pobladores son los
caballos y burros, aunque también tienen buses que los transportan a lugares
más lejanos. - La primera noche es dura, abríguense- nos decían siempre los
habitantes y la verdad es que lo comprobamos, al caer la noche todos estaban bien
abrigados y algunos además sufrían por la altura, tenían dolor de cabeza y
mareos. Pero en los siguientes días todos ya nos habíamos acostumbrado y
logramos superar estos inconvenientes.
El día martes nos pasamos la mañana preparando el
taller de origami que tendríamos en la tarde con los chicos del colegio, esta
actividad fue recibida con mucho entusiasmo por ellos, los pequeños eran los
más alegres, nos llamaban y nos preguntaban nuestros nombres, y los mayores nos
buscaban para jugar vóley o futbol, pero la verdad que la altura nos desanimo y
declinamos a su invitación posponiéndola para otro día. En la tarde fuimos al
museo de Laraos, allí nos contaron un
poco de la historia del pueblo y sobre sus costumbres. La costumbre más
importante para ellos consiste en la limpieza de la acequia, la cual dura una
semana a un monte mientras van avanzando la limpieza para que el agua llegue al
pueblo de Laraos. Esta es una costumbre antigua, llamada la Champería. Esta festividad
comienza el último jueves del mes de mayo y culmina el primer lunes de junio.
Los primeros tres días se celebran en el pueblo; el lunes suben a la toma de
Acobamba, a 4200 msnm y desde el día martes hasta el sábado se realiza la faena
comunal.
El miércoles, nuestro tercer día, armamos un taller de
pintura en el colegio, por lo cual pasamos otro día junto a los chicos del
pueblo, pero esta vez fuimos menos, porque algunos regresaban a Lima. Manejar
este taller fue un poco complicado, ya que éramos menos personas y se nos hacia
mas difícil controlar el trabajo. Los niños se pintaban las manos y también unos
a otros. Gracias a esto valoramos más el gran esfuerzo que hacen nuestros
profesores en su labor diaria. Luego retornamos al centro cívico para
descansar, pero los chicos más grandes del colegio y algunos profesores nos
llamaron para ir a jugar un partido de vóley. Muchos no quisieron pero al final
nos animamos y aceptamos el reto. Fue muy divertido y lo llegamos a disfrutar
mucho. Luego nos enteramos de que el bus de regreso a Chosica se había malogrado
y que las personas que estaban dentro de él, tuvieron que bajar a pie con sus
cosas hasta un pueblo cercano para ser recogidos y llevados por otro
transporte. ¡Vaya que experiencia les toco vivir!
El penúltimo día de nuestra estadía algunos nos animamos
y fuimos de caminata a las ruinas del
Centro Arqueológico de Laraos, llamado Tiplo donde pudimos ver las ruinas de
los antiguos pobladores de esta zona. Esa tarde la dedicamos a entregar ropa de
abrigo que habíamos recaudado especialmente para los chicos de colegio. Más
tarde los hicimos pasar un buen rato en la gymkhana que organismos con mucho
entusiasmo, en la cual nos divertimos mucho, los niños no paraban de sonreír y
de abrazarnos mientras nos agradecían por todo. Ese lindo gesto lo realizaban más
que todo los pequeños, ya que nos tenían siempre junto a ellos. Luego los
invitamos a una misa que se iba a celebrar, la finalidad de esta era pedir por
nuestras intenciones y la de los pobladores de Laraos.
Nuestra querida Schwester Rosario y el
profesor Levi Vargas tuvieron la idea de aprovechar la misa para dar el
sacramento del Bautizo y el de la Eucaristía a los niños y jovenes de Laraos, el padre aceptó esto y les dió los sacramentos respectivos. Muchos chicos al concluir la misa
ya estaban bautizados y habían recibido el cuerpo de Cristo por primera vez.
Algunos de nosotros llegamos a ser padrinos y madrinas, esto nos pareció una
gran responsabilidad como cristianos, la cual tomamos con mucho entusiasmo. Regresamos
al centro cívico y pudimos arreglar nuestras cosas, ya que al día siguiente nos
regresaríamos a Lima. Todos hicimos un repaso de todo lo que habíamos pasado en
Laraos, lo positivo y negativo, lo cual fue una acción muy enriquecedora. Al
día siguiente estuvimos dando víveres y ropa a los pobladores como último acto
de solidaridad hacia ellos. Agradecimos a las personas por todo y emprendimos
el viaje de regreso, entre este hubo complicaciones, las cuales no fueron de
gran importancia porque llegamos sin problemas y a la hora exacta.
Al final creo que nos dimos
cuenta de que habíamos disfrutado y aprovechado mucho el viaje misionero, ya
que vimos una forma de vida totalmente distinta a la que estamos acostumbrados.
Todos dimos un poco de nuestro esfuerzo
para dar felicidad a los pobladores de
Laraos, sobre todo a los más pequeños. Unos a pesar de estar mal por la altura u
otros por estar resfriados sobrepasaron estos malestares para disfrutar al
máximo esta experiencia. Nunca podre olvidar a la pequeña Isaura, mi ahijada, y
la tan hermosa experiencia de conocer Laraos.
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