Elaborado por: Sara
Gavidia- IV
El día que se celebró el día de la madre en nuestro
colegio, los alumnos del cuarto de secundaria, tuvimos que cuidar a nuestros
menores compañeros del pre-kinder, kínder, primer y segundo grado. Esto fue
para nosotros algo que no nos lo esperábamos, por esto nuestra primera reacción
al recibir la noticia fue de protesta, ya que nadie creía poder realizar
correctamente la tarea asignada.
Todos llegamos ese día
temprano y antes de desplazarnos a nuestros respectivos lugares nos deseamos
buena suerte. La formación comenzó y todos los que cuidaban primaria estaban ya
con sus respectivos salones. Esta parte de la tarea fue relativamente fácil,
debido a que los profesores se encontraban todavía ahí; la parte más difícil
comenzaría estando en los salones, porque los niños se sentirían en mayor
confianza.
Como el salón que me tocó
tenía a su profesora, decidimos mi amiga y yo ir a ayudar a mis otras
compañeras que estaban solas en un salón de primer grado. Cuando llegamos los niños
todavía estaban acomodando sus cosas, pero al finalizar de hacerlo les
preguntamos su nombre y nos presentamos. Ellos se mostraron al principio un
poco tímidos, pero luego se soltaron y nos agarraron mucha confianza, por esto
pudimos hacer muchos juegos y bromas con ellos. Estuvimos cuidándolos por más o
menos 3 horas, las cuales fueron muy gratas para todos. Por tal motivo al
encontrarnos todos después de haber realizado nuestra tarea, nos mostrábamos
muy contentos y con nuevas experiencias que contar.
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